Datos personales

Mi foto
Villafranca de los Barros, Extremadura

sábado, 26 de febrero de 2011

30 AÑOS DEL 23-F



30 años después de producirse el golpe de Estado he sentido miedo por primera vez. He sentido miedo porque por primera vez he visto a los hombres que estaban  -y están- detrás de esos uniformes y me he dado cuenta que esos hombres y sus ideas siguen entre nosotros. 

Cuando esto sucedió, yo estaba a punto de cumplir los 14 años y aunque mi conciencia política aún estaba dormida era capaz de calibrar la gravedad de lo que estaba sucediendo. Tengo un recuerdo nítido del momento del asalto -como todo el mundo- pero de lo  sucedido al día siguiente son pequeños "flashes" que me vienen a la memoria, como las conversaciones con mis compañeros en las que algunos decían  que pronto empezarían a sobrevolarnos los aviones, en clara alusión a un posible conflicto armado. Alguno de estos viejos compañeros les recuerdo en un estado de excitación no sé si producida por la novedad, porque estaban asustados o porque se sentían esperanzados  -si no ellos al menos sus familas- de que prosperase el golpe. Conforme fueron pasando los años me iba dando cuenta que muchos de ellos se hubieran alegrado del triunfo de los golpistas pues cada 20-N los veía salir del colegio para cantar el "Cara al Sol" frente a la cruz de los caídos que había junto al colegio. 

Cuando José Mª Aznar logró unificar a buena parte de la derecha española bajo las mismas siglas lo que hizo fue complicarnos las cosas a los demás, pues ahora resulta más difícil encontrar a todos estos que añoran viejas Españas pero que ante los demás usan el disfraz de demócratas y defensores de los derechos civiles. Aunque  sabemos que están ahí. Están en INTERECONOMÍA, enseñando el nuevo significado de libertad de expresión; están en la COPE, diciendo que los católicos son perseguidos y que los musulmanes tienen más derechos que ellos; están en EL MUNDO y en VEO 7 donde uno descubre que el Gobierno de este país se vende y pacta con los terroristas. De vez en cuando, alentados por el llamamiento a la revuelta civil que hacen desde estos medios, algún que otro "pequeño Tejero" surge de entre la marabunta y te los encuentras en actos institucionales abucheando el momento en el que se iza la bandera, o gritando en manifestaciones a las que nunca hubieran acudido por sí solos, o presumiendo de sus atributos masculinos ante el gobierno a causa de la ley antitabaco. Este último sin duda es el que mejor parecido ha sacado con el viejo teniente coronel.

30 años después he sentido el miedo, pero hoy, al igual que entonces, tengo la esperanza de que saldremos adelante.





No hay comentarios:

Publicar un comentario