No conocía mucho a este buen hombre, aunque tenía alguna idea de su agrio carácter y de alguna que otra metedura de pata. Esta semana precisamente he tenido la oportunidad de adentrarme algo más en la piel del regidor gracias a una entrevista que el diario HOY le hace. Nos dice de Rajoy que: "entre lo malo y lo peor, me quedo con lo malo"; a Vara lo define como al buen samaritano: visitador de enfermos, besador de viejos, abraza-niños...; y nos demuestra su peso dentro del partido cuando le dijo a Floriano que "aquí ya no te comes un rosco", además de seguir siendo la sombra de Monago, su delfín.
A parte de todos estos chascarrillos, hay una cosa que sin duda me enerva de sobremanera. Debido posiblemente a un fallo neuronal, su mente se le juega y nos traslada a otras épocas pasadas: "Miguel, no vayas a este u otro pueblo que como te vean con fulano le matan los perros y le queman el cortijo" . No sé si merece la pena decir algo sobre esta frase tan ocurrente, más propia de tertulianos que visitan Intereconomía que de un alcalde que supuestamente debería conocer mejor su tierra, una tierra donde otros ediles han sufrido alguna agresión y han sido objeto de acoso.
No quiero ser yo quien diga que Miguel Celdrán debería retirarse porque no quiero dar pie al Jefe de Prensa del Ayuntamiento de Badajoz a que escriba en las redes sociales que todo esto no es más que un ataque orquestado por la "izquierda guerracivilista", la cual no respeta la voluntad de los ciudadanos de Badajoz. Yo prefiero esperar a que haya una reforma de la ley electoral y que los partidos políticos sean capaces de abrir sus listas para que los ciudadanos decidamos quiénes deben acudir como candidatos. Y ya que estamos metidos en harina, me gustaría saber si Doña Loli, de COPE Almendralejo (experta en el "periodismo de mesa camilla") piensa que por salud democrática sería bueno un cambio de gobierno en la ciudad de Badajoz, o cree que la democracia sólo corre peligro en otras partes de Extremadura.
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