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Villafranca de los Barros, Extremadura

lunes, 4 de octubre de 2010

DEBATE EN EL CAFÉ


-¿Qué te parece?- me soltó casi a bocajarro mi compañero de barra mientras degustaba mi cafe vespertino. Incorporó el periódico y señaló un titular.
-"Modifican las ordenanzas para evitar las ´naves patera´"- leí mientras él iba deslizando su dedo bajo las letras con la intención, supongo, de remarcar aún más aquellas palabras.
-¿Qué? - volvió a insistir -¿no es una poca vergüenza?
-No sé, ¿el qué?- respondí haciéndome el despistado
-¿No lo ves? Ahora nos dicen cómo tenemos que alojar a todos los gitanos que vienen a España. Hay que ponerles todas las comodidades para que estén más a gusto- me respondió en un tono que no dejó dudas sobre cuál era el motivo de su enfado. -Aquí lo que hace falta es un "Sarkozy".

Aquel buen hombre sólo buscaba en mí alguien con quien compartir su enojo (que satisfacción cuando nos dan la razón ) sin embargo, aunque no soy dado a entrar en discusiones, no estaba dispuesto a seguirle la corriente. Normalmente en situaciones como esta suelo encogerme de hombros, el fulano se da por satisfecho y ahí acaba todo, pero no me gustó el tono que empleó y me lancé al ruedo. También es verdad que en el bar sólo estábamos los dos y el camarero, y en este "ambiente íntimo" me decidí a dar respuesta a tal exabrupto con la sana intención de crear un pequeño debate en torno a una taza de café.

-Bueno, no se trata de ponerles ni de regalarles nada- le dije. -Esta ordenanza municipal lo que hace es prohibir la acampada libre además de evitar que se alquilen naves o locales como vivienda sin que estas cumplan unas condiciones mínimas de habitabilidad e higiene. Es una forma de controlar la masificación y los campamentos ilegales. Yo creo que ayuda a mejorar en parte este problema.
-Este problema se soluciona al estilo "Sarkozy"- insistió
.
-Pues este problema lo crearon dirigentes como Sarkozy-
le respondí- que en su día aplaudieron la entrada de nuevos paises en la Unión Europea (supongo que pensando con la cartera y no con la cabeza), y que ya sabían entonces que estos flujos migratorios se iban a producir pues decidieron establecer restricciones en cuanto al libre tránsito de trabajadores (resticciones que ya han caducado) y como ahora no hay dinero para ayudar a estos nuevos socios, tenemos a miles de personas con libertad para circular por Europa que están huyendo de la miseria de sus paises.

Parecía que había perdido el interés por un tema que él mismo había sacado a la palestra, pues incluso pasó la página del periódico como una señal de que ya no quería seguir hablando sobre esto. Sin embargo, sé que en su cabeza todavía le daba vueltas al asunto pues ofrecía señales inequívocas de que, a pesar de mantener la mirada fija en el periódico, estaba con el pensamiento puesto en otro sitio. Y yo, que iba lanzado y sin frenos, volví al ataque:

-Menuda solución la del gobierno francés, les pone dinero en el bolsillo y un billete de vuelta a su país. Dentro de poco veremos a todo el colectivo gitano acampado en París en busca de este chollo ¡Vacaciones pagadas! Además, no hay nada que impida que estos "deportados" puedan volver otra vez a Francia.
-Ahí te doy la razón. Son capaces de cualquier cosa si le sacan alguna ganancia-
respondió con ímpetu. Luego, incapaz de mantenerlo dentro por más tiempo, vomitó todo aquello que le estaba envenenando: -Esta gentuza no sabe hacer otra cosa que mentir, robar y vivir sin dar golpe. Todos estos que han venido no hacen más que delinquir, no han venido a trabajar. Vienen en busca de la "sopa boba" y vienen porque saben que "Zp" no les va a echar de España.
-Eso es verdad - el camarero decidió intervenir, -y para colmo el Gobierno les da más que a los que llevamos toda la vida trabajando aquí.

Aquella afirmación hecha por el camarero sonaba como una cantinela que estaba acostumbrado a escuchar una y otra vez por boca de muchos de los parroquianos que frecuentaban el bar. Resultaba tan poco creíble que ni mi compañero de debate se le ocurrió darle la razón.

- Bueno, tampoco veo que eso se esté produciendo -
le respondió rápidamente al camarero. -A mí lo que me indigna es que los políticos estén más pendiente de los derechos de los que llegan que de las obligaciones que estos deben tener para con un país que les acoge. Da la impresión de que los delincuentes llegados de fuera pueden actuar con total impunidad.

Parecía que había dejado atrás su discurso segregacionista. Mientras tanto, el camarero volvió a sus quehaceres.

-Esa es la cuestión -le dije. -Las autoridades deben hacer que la ley la cumplamos TODOS. Yo pienso que ya existen leyes suficientes como para poder garantizar mínimamente la convivencia, lo único que deben hacer es preocuparse de aplicarlas y hacer que sean efectivas. Como ya he dicho, este problema lo crearon los mismos políticos que luego buscan soluciones rápidas a golpe de decreto, unos con la intención de contentar a su electorado y otros con la intención de buscar nuevos votantes, pero ninguno está actuando con cordura y lo único que consiguen es caldear los ánimos y añadir más leña al fuego. Dedicarnos a descalificar a todo un colectivo no es ni justo ni, por supuesto, puede nunca ofrecer soluciones objetivas.
-Eso es algo en lo que todos estamos de acuerdo-
me dijo, -muchos de los problemas que tenemos han sido creados por los políticos.
-Es posible -
le respondí, -es posible.

Y apurando la taza de café se despidió muy cortésmente después de haber llegado a este punto de acuerdo entre los dos.





1 comentario:

  1. QUE SE VAYA ZAPATERO DE ESPAÑA Y TODOS LOS SOCIALISTAS QUE ESTAN ARRUINANDO A ESTE PAIS, JAMAS VOTARE AL PSOE.

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