LA EDUCACIÓN DE REVERTE Y LA MACHADA DE DRAGÓ

"El que esté libre de pecado que tire la primera piedra" debió pensar el Sr. Reverte cuando decidió "tirar de Twiter" para arremeter contra el pobre Moratinos por soltar unas lagrimillas en su despedida del Ministerio. Si estamos viviendo en una sociedad en la que la crispación, el insulto y la descalificación campan a sus anchas y todo el mundo abusa de ello, ¿porqué razón no iba Arturo a aprovechar la ocasión para dedicar unas lindezas al  ex-ministro? Al fin y al cabo es ACADÉMICO y no hay por tanto nadie mejor que él para expresar correctamente y en su justa medida un buen insulto.

"Se fue como un perfecto mierda" escribió el académico en su club social y todos sus fans aplaudían y chillaban emocionados ante una verdad que todos comparten y agradecen al escritor su sinceridad. "Enhorabuena por pensar en voz alta" -le dicen unos. "Ten cuidado con Rubalcaba" -le dice otro. Supongo que borregos y palmeros es algo fácil de encontrar. En otros tiempos el Sr. Cela o el Sr. Umbral solían soltar todo tipo exabruptos cada cual peor que el anterior, pero lo que antaño no era más que una anécdota, hoy en día se convierte en arma arrojadiza que utilizan los medios de "des-información" de La Caverna con el que alimentar su juego sucio. Incluso cierto programa gatuno decidió preguntar a sus televidentes sobre la polémica por medio de su habitual encuesta. Por una mayoría aplastante defendían la libertad de expresión. ¡Qué fantasticos e hipócritas demócratas!

Después de toda esta movida, ¿comparte el académico los sentimientos despertados?, ¿le gusta que le utilicen ciertos medios para mantener la crispación?, ¿acudirá al "Gato al agua"? Siempre he pensado de Reverte que fué un gran periodista y que, sin duda, es un gran escritor, pero ha demostrado que tiene menos neuronas que sus "palmeros" al descalificar a Moratinos por mostrar sus sentimientos en público.

Pero el primer premio a la estupidez se lo lleva Dragó (me niego a llamarle señor). Este personaje harto pintoresco y bastante excéntrico (por no llamarle raro) ha saltado a la palestra por contarnos en su último libro (ayudado por Boadella) que se folló a dos niñas de trece años en el Japón. Creo que no hace falta hablar más de él. Bajo su foto tenéis el texto en cuestión.

“En Tokio, un día, me topé con unas lolitas, pero no eran unas lolitas cualesquiera, sino de esas que se visten como zorritas, con los labios pintados, carmín, rimel, tacones, minifalda… Tendrían unos trece años. Subí con ellas y las muy putas se pusieron a turnarse. Mientras una se iba al váter, la otra se me trajinaba”.