Parece que la pesadilla iraquí está llegando a su fin, aunque esto es algo que deben decirlo los propios iraquíes a los que les queda un largo camino para levantar un país arruinado , dividido y con un gobierno y unos recursos en manos de potencias extranjeras. Sin embargo, el hecho de que el gobierno norteamericano ponga punto final a la ocupación por parte de sus tropas supone un gran alivio para el mundo en general y para las familias de estos soldados en particular.
Recuerdo como si fuera ayer, poco tiempo antes de producirse la invasión, una conversación que surgió durante una comida a la que me invitaron . En ella, los otros comensales y yo discutíamos sobre si era legal o no la intervención militar que EEUU planeaba contra Iraq y más en particular si España debía participar de esta locura. Creo que yo era el único en esa mesa que se oponía rotundamente a esta estupidez, mientras que la mayoría parecía dejarse llevar por los discursos populistas e integristas de aquellos lamentables dirigentes que el mundo padeció. Por desgracia, aquella gente al igual que otras muchas, cegadas por sus convicciones políticas no podían ver la realidad de lo que se avecinaba, así pues, lo único que pude hacer era despedirme con esta frase: "Cuando acabe todo esto veremos dónde están esas armas, quién se queda con el petróleo y, sobre todo, cuanta gente morirá y sufrirá por culpa de la sinrazón de algunos gobernantes". ¿Debería llamarles a todos y hacerles esta pregunta ahora?
El coste de la guerra es incalculable. La cifra de muertos es elevadísima y muchos hablan de 1 millón de víctimas y respecto al coste económico no creo que esto sea algo que preocupe ni a EEUU ni al Reino Unido ya que tienen la sartén del petróleo por el mango. Ya lo dijo Paul Wolfowitz, Presidente del Banco Mundial (destituido por corrupción): “Veámoslo de forma sencilla. La diferencia más importante entre Corea del Norte e Iraq es que, económicamente, en Iraq no teníamos alternativa. El país nada en un mar de petróleo”. En España el balance es más fácil de calcular: cuatro atentados consecutivos que se llevaron por delante 191 inocentes y provocaron heridas a casi 2000 personas. El Reino Unido también pagó las consecuencias de su aventura y sufrió otros atentados aunque no alcanzó la magnitud de lo ocurrido aquí.
De los tres personajes de la fotografía, el de la derecha es el único que no ha pedido disculpas por los errores (mentiras) cometidos y sin mostrar un ápice de arrepentimiento suele reaparecer en olor de multitudes mostrándonos su enorme vanidad y egocentrismo. Su última aparición a sido en Melilla volviendo a mostrar su imagen de Cid Campeador arengando a las masas en la lucha contra el "moro". ¿No hemos pagado con creces por los discursos nacionalistas y demagógicos de este individuo?. Creo que los muertos de Madrid y sus familiares (con los que nunca se ha fotografiado) merecen que lo desterremos totalmente de la vida pública. El mundo, y los iraquíes en particular, sin duda que lo agradecerán.
P.D.- Para que no caiga en el olvido y no cometamos los mismos errores nunca dejaremos de contar lo que aquí sucedió, aunque algunos se empeñen en pasar página.
Recuerdo como si fuera ayer, poco tiempo antes de producirse la invasión, una conversación que surgió durante una comida a la que me invitaron . En ella, los otros comensales y yo discutíamos sobre si era legal o no la intervención militar que EEUU planeaba contra Iraq y más en particular si España debía participar de esta locura. Creo que yo era el único en esa mesa que se oponía rotundamente a esta estupidez, mientras que la mayoría parecía dejarse llevar por los discursos populistas e integristas de aquellos lamentables dirigentes que el mundo padeció. Por desgracia, aquella gente al igual que otras muchas, cegadas por sus convicciones políticas no podían ver la realidad de lo que se avecinaba, así pues, lo único que pude hacer era despedirme con esta frase: "Cuando acabe todo esto veremos dónde están esas armas, quién se queda con el petróleo y, sobre todo, cuanta gente morirá y sufrirá por culpa de la sinrazón de algunos gobernantes". ¿Debería llamarles a todos y hacerles esta pregunta ahora?
El coste de la guerra es incalculable. La cifra de muertos es elevadísima y muchos hablan de 1 millón de víctimas y respecto al coste económico no creo que esto sea algo que preocupe ni a EEUU ni al Reino Unido ya que tienen la sartén del petróleo por el mango. Ya lo dijo Paul Wolfowitz, Presidente del Banco Mundial (destituido por corrupción): “Veámoslo de forma sencilla. La diferencia más importante entre Corea del Norte e Iraq es que, económicamente, en Iraq no teníamos alternativa. El país nada en un mar de petróleo”. En España el balance es más fácil de calcular: cuatro atentados consecutivos que se llevaron por delante 191 inocentes y provocaron heridas a casi 2000 personas. El Reino Unido también pagó las consecuencias de su aventura y sufrió otros atentados aunque no alcanzó la magnitud de lo ocurrido aquí.
De los tres personajes de la fotografía, el de la derecha es el único que no ha pedido disculpas por los errores (mentiras) cometidos y sin mostrar un ápice de arrepentimiento suele reaparecer en olor de multitudes mostrándonos su enorme vanidad y egocentrismo. Su última aparición a sido en Melilla volviendo a mostrar su imagen de Cid Campeador arengando a las masas en la lucha contra el "moro". ¿No hemos pagado con creces por los discursos nacionalistas y demagógicos de este individuo?. Creo que los muertos de Madrid y sus familiares (con los que nunca se ha fotografiado) merecen que lo desterremos totalmente de la vida pública. El mundo, y los iraquíes en particular, sin duda que lo agradecerán.
P.D.- Para que no caiga en el olvido y no cometamos los mismos errores nunca dejaremos de contar lo que aquí sucedió, aunque algunos se empeñen en pasar página.
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