Soy un entusiasta de la tecnología, y me vanaglorio cuando puedo dominar cualquiera de estos aparatos del demonio que nos rodean, e incluso puedo llegar al "summum" del placer cuando consigo programarlo para que trabaje él solito. Sin embargo, hay veces que estos inventos se te rebelan y no te lo ponen tán fácil, entonces maldices y te acuerdas de la pobre madre de alguien que ni siquiera conoces. Tu ego se viene abajo y no consigues quitarte de la cabeza que un "aparatejo" insignificante ha conseguido fastidiarte el día.
Esta semana me ha tocado lidiar con un nuevo router del que te dicen que lo conectas en un "click". Efectivamente, no es así ni de cerca. El asunto me ha costado algo así como cuatro llamadas a distintos teléfonos (por supuesto la bienvenida te la da siempre el mismo contestador) y casi una hora de trabajo hasta que hemos conseguido que el "jodío" me dejara conectarme. Y esto no es nada, porque mi primera conexión ADSL la conseguí después de varios routers (llamadas incluidas) e incluso de formatear el disco duro. Por cierto, aún tengo a prueba la nueva conexión que no me tiene muy convencido.
A mi Santa lo que le trae por la calle de la amargura es la TDT, cuando se pierde entre tanto mando o cuando hay algún fallo en la conexión entre el decodificador y el televisor. Siempre dice que estaba muy a gusto cuando tenía un solo mando y elegía entre los 6 ó 7 canales que disponíamos. Yo la verdad es que la entiendo, aunque tenemos la suerte que no nos falla como a muchos otros que ven la tele a ratos o les falta algún canal. Algunas mañanas en "Rayuela" (mando un saludo a sus parroquianos) me encuentro a Fernando peleándose con los mandos intentando que se vea algo, y entonces viene a mi recuerdo aquellos tiempos en que en los bares el mando a distancia era el palo de un cepillo y se cambiaba entre la VHF o la UHF.
Ya sabemos que el mundo avanza a una velocidad vertiginosa y yo, de momento, estoy consiguiendo mantenerme a flote, pero hay algo que me gustaría que volviese a ser como antes, y es cuando contratabas una línea de teléfono a la CNTE y un señor muy amable iba a tu casa y te explicaba cómo utilizar aquél utensilio que te permitía estar en contacto con cualquiera en apenas una vuelta de rosca (sin ningún "click").
Por favor, si tengo que volver a cambiar de router, que me envien a ese señor. Gracias.
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