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Villafranca de los Barros, Extremadura

domingo, 14 de agosto de 2011

EUROPEOS DE 2ª CLASE

Creo que la Unión Europea debería plantearse seriamente el colocar en la frontera de Hungría con Rumanía un cartel como este. ¿Para qué andarse con tonterías? Hay que exponerle claramente a la población rumana cuales son sus derechos laborales dentro de la Unión europea. El susodicho anuncio, que colgaba a las puertas de una tienda de informática mallorquina hace cosa de 3 años, debe tenerlo la policía local de Alcudia guardado en sus dependencias, lo digo por si los ministros europeos se deciden finalmente  cerrar la frontera rumana. 

La última zancadilla a los trabajadores rumanos la ha puesto el ejecutivo español. Han pensado que si imponen restricciones a estos ciudadanos a la hora de poder acceder al mercado laboral, los empresarios agrarios -estamos en el inicio de la vendimia- echarán mano de la abultada lista de parados "100% españoles" que están inscritos en el INEM, y desde Bruselas, que tan flexibles se muestran cuando quieren, los ministros de la Unión han decidido apoyar a España en la decisión de aplicar esta moratoria esperando que esto  beneficie en algo al parado "100% español". Pero, ¿será efectiva realmente?

Los primeros que se han quejado de esta decisión, a parte de la población rumana, han sido las asociaciones agrarias pues afirman que esto sólo complicará aún más las cosas a los empresarios agrícolas. Esta ley sacada de la chistera ha cogido a muchos desprevenidos y obliga, tanto a empresarios como a trabajadores rumanos, a bucear de nuevo en la burocracia con el fin de obtener de nuevo un permiso de trabajo, algo a lo que ya no estaban acostumbrados desde que la 1ª moratoria (2 años tras el ingreso de Rumanía en UE) caducara. Si se pensaba que la recogida de la uva y de la aceituna la iban a realizar este año buena parte de los parados "100% españoles", van listos.

Según datos de la población activa, a finales de Junio había en Extremadura unos 8.800 rumanos en edad de trabajar, y tras la nueva barrera burocrática, son 6.600 los que podrán hacerlo. No veo que la medida haya servido para mucho pues, según estos datos, pocos son los trabajadores rumanos que se han queda fuera. De todos modos, enhorabuena a los algo más de 100.000 parados que hay en la región: 2.000 podrán trabajar en la recolección de la uva y de la aceituna. Pero entre esos 2.000 parados "100% extremeños", ¿habrá alguno que sea del agrado del empresario agrícola? Me apuesto mi futuro laboral a que no.

Desde que comenzó todo este descalabro, nuestros gobernantes europeos no han hecho otra cosa que esconder el dinero en el colchón, meter la cabeza bajo la mesa y limpiar toda la casa de malos espíritus (emigrantes y europeos de 2ª clase); pero aún cabe un poco de esperanza dentro de este histerismo. Esta semana, después de ver como los famosos mercados han empezado a merendarse parte de los intereses de la deuda italiana y las puñeteras agencias rebajaron la deuda francesa (esa ha dolido), los defensores del liberalismo empieza a preguntarse si tanto esconderse y echar la culpa a los demás  ha servido para algo. 

¿Serán capaces de intervenir en los mercados?; ¿volveremos a ver a la vieja Europa luchando en un frente común?; ¿será la visita del Papa una señal del cambio? Me quedo con la esperanza de que alguien coja la antorcha de Jacques Delors: "Rechazo una Europa que no sea más que un mercado, una zona de libre cambio sin alma, sin conciencia, sin voluntad política, sin dimensión social. Si es hacia allí hacia donde vamos, lanzo un grito de alarma"


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