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Villafranca de los Barros, Extremadura

martes, 17 de mayo de 2011

"TODO INCLUIDO" EN PUNTA UMBRIA

Aprovechando que el Santo Isidro nos ha hecho el milagro de convertir un fin de semana normal en uno de tres días, en mi casa hemos hecho las maletas y mi señora, los niños y el que les cuenta hemos cambiado la romería en la pradera por el peregrinaje del hotel a la playa y de la playa al bufé. Este año, al igual que el pasado, el calendario nos ha jugado una mala pasada y nos hemos quedado sin nuestras acostumbradas escapadas de Junio a cualquier lugar del litoral andaluz para disfrutar del mar, la arena y el sol. Nos tocaría irnos en Agosto, pero a ver quién es el guapo que se paga un apartamento o un hotel en esas fechas, y como todavía no nos ha tocado la lotería, aprovecharemos cualquier huequecillo para hacernos alguna que otra escapada antes de la subida de precios de Julio o Agosto.

Como ya he dicho hemos estado en Punta Umbría, un lugar maravilloso de la costa onubense, y el lugar elegido para quedarnos ha sido el Barceló Punta Umbría Beach Resort. Acostumbrado a estar en apartamentos y en algún que otro hotel de nombre más plebeyo, esa nomenclatura tan larga y rimbombante me asustaba un poco pensando que no iba a poder escapar del hotel entre tanta oferta de Spá, actividades lúdicas o servicio de catering y bar abiertos a todas las horas del día. Sin embargo, nosotros lo teníamos claro: las tres comidas y cama era lo que queríamos, nada más. La oferta del "todo incluido" se la dejaríamos a los que, además de poder permitírselo, no tuvieran intención de disfrutar de los paseos por la playa o visitar el pueblo.

Nada más llegar nos marcaban como se marca al ganado: según lo que habías contratado te daban la pulsera roja, la amarilla, la verde o la blanca (no ví más colores). Nosotros con la amarilla andábamos agobiados porque estabas todo el día pendiente de un horario para las comidas, así que no puedo imaginarme si nos da por contratar el "todo incluido". Según nos enteramos después, este servicio incluye, además de las tres comidas con autoservicio en las bebidas, dos comidas más (media mañana y merienda) además de cuatro consumiciones por persona y día. Como ya he dicho, quien contrata este servicio no disfruta ni de la playa ni del pueblo, porque no dispone de "tiempo libre" para su disfrute. Empiezan el día aguardando la apertura de la piscina para "agenciarse" una tumbona, y continúan haciendo cola en el catering para llenar ese estómago que parece no haber probado bocado en varios meses. Había personas que, por su edad, me tenían asustado al ver cómo llenaban sus platos  de fritos y grasas a la hora de la cena; o niños que, o bien por ignorancia o bien por despreocupación parental, cogían todo lo que se les antojaba para luego dejarlo abandonado en el plato porque no era de su agrado.
 

Si al hecho de disfrutar de dos comidas extras del "todo incluido", con sus correspondientes consumiciones, le sumamos la masificación propia de un fin de semana,  la zona de la piscina se convierte en una orgía permamente de atiborramiento y de clientes incivilizados que, por el hecho de haber pagado, se creen los dueños del cotarro y no les preocupa el dejar convertido ese lugar en un vertedero (lo vuelvo a repetir: vertedero). Aquello fue el remate de la mala impresión que me llevaba de la playa al haber visto allí tiradas, por gente sin escrúpulo ni educación, alguna que otra botella de plástico y más de un vaso de refresco. Por suerte al día siguiente desaparecieron la mayoría de aquellos domingueros que sólo estaban allí durante el fín de samana. Los que disponíamos de un día más gracias a Isidro (el santo) pudimos disfrutar de más tranquilidad y menos basura junto a la piscina.


No quiero dejar la impresión de que estoy atacando al hotel o al ayuntamiento de Punta Umbria (que también) por una supuesta desidia en sus actuaciones, estoy criticando a todos nosotros por dejarnos llevar por la gula, la mala educación y, sobre todo, por la falta de conciencia cívica. No penseis que aquello está dejado de la mano de Dios, pues no es así, ya que lo que allí ocurre, sucede en todas partes. Es más, tenemos pensado volver a final de Junio al mismo sitio, aunque rezaremos para que no haya demasiado "despiporre" el fin de semana que estemos allí. Si el año que viene tenemos más suerte, nos quedaremos en algún pequeño apartamento donde no tengamos que ver tanto derroche alimentario.



2 comentarios:

  1. No estoy de acuerdo en nada de lo que ha escrito sobre el todo incluido. Parece mentira que digas que das burradas. Para nada es así. Os explico de primera mano porque estoy precisamente ahora mismo en este hotel disfrutando con unas amigas en régimen todo incluido. Y merece la pena 100%. Por 75€ euros de diferencia de pensión completa a todo incluido , merece la pena porque estamos disfrutando a tope de la playa todos los días, del pueblo, de sus tiendas y de todo lo que te apetezca. Y el motivo por el que merece pagar está lidera diferencia de dinero es porque nno la pensión completa no te incluye ni una bebida y con el todo incluido tienes absórtame todas, incluso por las noches tus mojitos o copas mientras disfrutas de los conciertos en directo. De tu aperitivo antes de comer si te apetece porque vengas muy acalorada de la playa.

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