Jesús Neira acaba de tocar fondo. El azar le sacó del anonimato y le dió un papel y un protagonismo que según decía él mismo odiaba y no deseaba. Convertido en héroe por intervenir en una supuesta agresión de las llamadas "violencia de género", Esperanza Aguirre no dudó ni un minuto en ofrecerle el cargo de Presidente del Consejo Asesor contra la Violencia de Género. Dicen las malas lenguas que por tapar un error médico que llevó a Neira al coma durante 256 días.
Con el paso de tiempo nuestro amigo Neira empieza a mostrarse tal y como es y en unas declaraciones en telelevisión dice no sentirse orgulloso de ser español pues la justicia libera a su agresor después de haber cumplido con creces el tiempo de prisión provisional, e incluso afirma que quiere sacarse la licencia de armas para protegerse de Antonio Puerta. Aprovechando su popularidad publica un libro donde acusa al PSOE de "cometer barbaridades y asesinatos en su historia". Ante tales declaraciones y poco menos que haciendo apologismo de las armas en pro de la defensa propia, ni la Asamblea de Madrid ni Aguirre, quien fue su madrina, hacen nada por separar al profesor del Consejo al que representa.
Ahora a vuelto a saltar a la palestra por haber sido detenido al triplicar la tasa de alcohol permitida en sangre. Esto ha originado un revuelo significativo, y desde Enrique Granados (nº 3 de Aguirre) hasta el último diputado de PP en la Asamblea de Madrid han pedido a Neira que renuncie inmendiatamente a su cargo pues la imagen que ha dado puede dañar al Consejo que representa. Digo que es el PP el que pide su dimisión pues hasta ahora no lo habían hecho. Tanto PSM como IU hacía tiempo que habían solicitado su renuncia.
Esta noticia me ha despertado ciertos recelos, ya que me resulta rocambolesca la detención de Neira por parte de un policía de paisano y la presencia de las cámaras (de Antena 3) en el momento en que el profesor es sometido al control de alcoholemia. La vida está llena de casualidades, pero la experiencia te hace dudar de ciertos "encuentros fortuitos". ¿No tiene Neira la sospecha de que se la han podido jugar?; ¿se ha quitado Aguirre un problema de encima? Estamos en año electoral y conociendo a la Presidenta de Madrid y sus actuaciones sibilinas, cualquier movimiento extraño producido alrededor de ella me hace sospechar.
Quizás esté viendo conspiraciones donde no las hay, pues se podría pensar que ésta ha sido la gota que ha colmado el vaso, pero para mí el vaso ya se había rebosado hacía tiempo y la imagen del Consejo contra la Violencia de Género (de la que tanto se preocupan ahora) ya estaba dañana desde que el profesor decidió delitarnos con su discurso antisistema y un libro en el que no deja títere con cabeza.
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